Con una marcada influencia por el art decó, las obras de esta artista son una clara provocación a los sentidos.
Los retratos realizados a personajes de la burguesía de su época (que le dieron renombre a nivel internaconal), tienen como sellos característicos: los razgos etéreos en sus personajes, las texturas ligeras y satinadas de las telas, y una gama de colores vibrantes, en contraste con los fondos rígidos que hacen referencia a la arquitectura de las ciudades cosmopolita.
Biografía Tamara de Lempicka.
El orígen de esta pintora nacida como Maria Górska (mejor conocida como Tamara de Lempicka), es incierto, la mayoría de los biógrafos aseveran que nació en Varsovia, Polonia en el año 1898, algunos otros refieren que su verdadero origen fue en Moscú, Russia en el año de 1895.
De lo que no cabe duda es que nació en un círculo social privilegiado, y desde niña demostró tener un caracter dominante; tras un viaje que realizara en compañía de su abuela por tierras Italianas, descubrió su vocación por el arte.
En 1916 se casó con el abogado Tadeusz Lempicki y en 1923 nace su hija Kizette.
Los años siguientes los dedicó a exponer su obra en diversas galerías de Paris.
Tras divorciarse en 1929, se mudó a Estados Unidos y encontró en el jet-set de Nueva York su nicho ideal; gustaba de vestir a la moda y hacer acto de presencia en las pasarelas neoyorkinas.
Su vida estuvo llena de excenticidades, adicciones y relaciones bisexuales que la llevaron a hacer de sí misma un personaje transgresor.
Contrajo segundas nupcias con un coleccionista de sus obras: el barón Raoul Kuffner, sin dejar del lado su estilo de vida lleno de excesos y un dramatismo casi teatral.
La última voluntad de Tamara de Lempicka cumplida por su hija Kizette, fue que sus cenizas se esparcieran en el cráter del volcán Popocatépetl (entre los estados de Morelos, Puebla y el Estado de México).
Diversas figuras de espectáculo como Jack Nicholson, Barbara Streisand y Madonna son coleccionistas de sus pinturas, incluso la "Reina de pop" utilizó como inspiración la estética en la obra de Lempicka durante la grabación del video musical de Vogue.
Al hablar de las obras de Tamara de Lempicka es justo hacer referencia a la clase, el estilo y la elegancia plasmados en cada una de sus pinturas.
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