Sí el estrés está causando estragos en tu vida...
La contaminación, las presiones económicas y sociales, la falta de actividad física, una mala alimentación, el consumo de alcohol y tabaco, el tráfico, un acelerado ritmo de vida y prácticamente la mayoría de las actividades de la vida moderna, día a día someten a nuestro cuerpo bajo una gran cantidad de tensión y estrés que incluso puede derivar en ansiedad y depresión.
Modificando algunos hábitos podemos incrementar la resistencia de nuestro organismo ante todos estos factores estresantes y obtener una mejor calidad de vida.
¿Cómo combatir el estrés?
Un buen comienzo es incluir en la dieta alimentos con altos contenidos de OMEGA 3, como el salmón, las semillas de lino, las sardinas y las nueces.
Los ácidos grasos OMEGA 3 actúan directamente sobre el cerebro, combatiendo los efectos del estrés y la depresión, además promueven un mejor rendimiento intelectual.
El cuerpo no es capaz de producir estos ácidos grasos, de ahí la importancia de consumirlos con regularidad.
Incluir una porción de salmón (ya sea fresco o de lata) de 3 a 5 veces por semana ayudará a reducir en gran medida los efectos dañinos a la salud generados por el estrés.
También puedes incrementar tu consumo de OMEGA 3 añadiendo nueces al desayuno, ya sea con yogurt, fruta, cereal, en licuados o comerlas como un bocado entre comidas.
Uno de los postres de mayor venta en el mundo, también puede ser un buen aliado en la batalla contra el estrés.
El chocolate contiene una sustancia llamada triptófano, que estimula al cuerpo en la producción de serotonina. Las funciones principales de la serotonina son: inhibir los impulsos agresivos, reducir la ira, regular el apetito, la temperatura corporal, el deseo sexual, así como brindar una sensación de bienestar en general.
Aunque existe una enorme variedad de chocolates, el más recomendable en términos de salud es el chocolate negro o amargo, por su alto contenido de cacao y bajos niveles de grasa y azúcares añadidos; en el caso contrario encontramos al chocolate blanco que tiene un nivel nutricional muy bajo y un porcentaje elevado de grasas.
El inconveniente con cualquier tipo de chocolate es que su contenido calórico es muy alto, por lo que no debe consumirse a diario, ni en cantidades superiores a los 100 gramos.
Un bocado de chocolate negro nos puede servir como un tranquilizante cuando nos encontramos sometidos a situaciones de mucha presión.
En casos donde el cuerpo es sometido a dolores intensos como heridas, o quemaduras, el cerebro libera una enorme cantidad de endorfinas para neutralizar el dolor.
El mecanismo con el que trabajan las endorfinas durante el ejercicio funciona de la siguiente manera: el estrés derivado del ejercicio obliga al cuerpo a producir una mayor cantidad de endorfinas para mitigar el dolor, una vez segregadas, las endorfinas crean una sensación placentera que perdura aún después de concluido el ejercicio, por tal motivo -contrario a lo que se piensa- hacer ejercicio no nos quita energía durante el resto del día, sino que nos llena de vitalidad para continuar con nuestras actividades diarias.
Con una rutina de ejercicio de 45 minutos al día, de 3 a 5 veces por semana, se puede optimizar en buena medida la forma en que nuestro cuerpo combate el estrés.
Adoptando estas tres sencillas sugerencias podemos reaccionar de una mejor manera ante situaciones agobiantes, hacerle frente al estrés, y elevar nuestra calidad de vida.
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