El cubil de las serpientes es una historia de
actualidad recreada en la ciudad de México, con especial deferencia sobre temas
como: la soledad, la nostalgia, los sueños (para quienes aún sueñan), amores frustrados y las
consecuencias de las familias disfuncionales.
Tanto
a André como a Isabela desde muy temprana edad la vida les orillo a tomar
decisiones drásticas con respecto al rumbo de sus propios destinos, con el
común denominador de haber perdido a uno de sus padres, cada uno a su modo
comenzó una ardua batalla de supervivencia con resultados diametralmente
opuestos:
"A los 10 años la vida le sabía distinta, con el velo sutil de la inocencia cubriendo su faz: días rosas para aquellos seres que no ven más allá de lo que el mundo aparenta tras cristales empañados por la niebla que supone la ingenuidad de un niño, días grises cuando el inquebrantable paso del tiempo abre los ojos a la realidad y se descifran secretos ocultos en recuerdos borrosos, recuerdos que se tejen entre sí cobrando sentido, uniéndose a la perfección conformando una dolorosa telaraña; a estas alturas Isabela comprende que el verdadero secreto de aquella utópica felicidad protagonizada en la infancia reside en que no era plenamente consciente de nada de lo sucedido alrededor."
Es el suicidio de una socialité, el punto donde convergen las vidas de un Gigoló (André), una joven escritora (Isabela) y la propia occisa:
"A escasos minutos de
caer la media noche en su reloj toma una difícil decisión pues nada bueno queda
en esta vida para ella sino angustia o decadencia, sentada sobre el frío
concreto de una sucia banqueta tiene la certeza de no querer ver un nuevo día
amanecer; la última bocanada de nicotina en su garganta que exhala
camouflageando un suspiro y bebe un gran trago de licor para lavar el sabor a
tabaco.
Alzando la vista al cielo descubre una luna tan brillante que de plata
baña las calles, ni los ojos empañados de llanto, ni los rumores de muerte en
el viento pueden opacar la belleza de una luna llena; de un estrepitoso golpe
se vale para quebrar la botella de cristal, gotitas de sangre caliente escurren
a prisa en filamentos de rojo carmesí.
Con desdén Aline toma el pedazo de
vidrio de mayor superficie, al apreciar el brillo de diamante en su filo cierra
los ojos armándose de valor previo a hundirlo en una de sus muñecas, un fino
corte que duele pero no mata, una segunda incisión detenida al sentir el latido
de una vena bajo el cristal, sabe que si hunde más el vidrio no habrá retorno
posible y así lo decreta, no hay marcha atrás..."
Cuando Isabela comienza a investigar acerca de una joven que se suicidó en su calle, también se interna en los terrenos del RUBIK'S CUBE donde conoce a André quien en principio le parece un hombre sumamente banal, pero el tiempo y la convivencia los envuelve en un manto de enamoramiento que para ambos es difícil de asimilar:
"Un par de tequilas
celebrando tan oportuno encuentro, André considera un hallazgo conocer una
chava dotada de singular inteligencia, con una sensibilidad impregnada de
idealismo, no se trata del ordinario estereotipo de mujer sumisa y abnegada,
pues ¿qué tan laborioso resultaría mantener el candor cuando la vida muestra su
lado color de rosa?, es mínimo el mérito de la mujer que conserva un espíritu
noble si permanece ajena a la podredumbre del mundo, sería tanto como llamar
pureza a lo que obviamente es mera ignorancia, a semejanza de una hoja seca que
simplemente flota sobre las aguas mansas, y a la mínima turbulencia se hunde en
el fango dejándose arrastrar por la inercia de la corriente sin oponer
resistencia, por el contrario Isabela es una sobreviviente a la desventura,
engarzando sueños cual preciado tesoro y aún así conserva en su diccionario la
palabra esperanza.”
En el cubil de las serpientes cada cosa y cada lugar
posee su propia magia, por ejemplo el RUBIK'S CUBE que sirve como escenario
para los múltiples encuentros de los personajes principales:
"El RUBIK´S CUBE posee
un atractivo muy sui generis difícil de puntualizar, un embrujo que incita a
degustar la noche sin restricciones, un espejismo de libertad, dulce bocanada
de excesos después de un asfixiante día. Isabela se percata de lo distinto que
luce hoy, sin la gran afluencia de individuos el RUBIK´S CUBE pierde su magia,
como muerto en espera latente de la resucitación, porque éste sitio más allá de
un burdo espacio semeja un ente con vida propia y por ahora se encuentra
dormitando, sin embargo durante las noches es nutrido por el calor de los
cuerpos bailando sin cesar, respira el olor a seducción, de igual manera
contiene odio, soledad y todo el dolor humano posible de cargar en el alma,
recibe la cuantiosa decadencia de individuos que creen haber visto los mejores
años de su vida desvanecerse y de tal nobleza es este paraje porque a cambio
ofrece un poco de olvido."
El sentimiento que prevalece a lo largo de toda la novela es una profunda desazón provocada por la constante presencia de la soledad en las vidas de todos los personajes y la manera en que cada uno de ellos la asume, ya sea como fuente de inspiración para la creación de mundos mágicos (Isabela), o cual verdugo que acecha a toda hora y en cualquier lugar (André), al punto de volverse poco menos que insoportable cuando no se puede estar con la única persona en el mundo a la que se ha podido amar (Aline).
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1 comentario:
Suena interesante. Me gustaría conseguirlo pero no tengo como comprarlo por Amazon.
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